David Palomar llenó el escenario, y el teatro
El espectáculo, que bajo el nombre de Requiem nos presentó el cantaor gaditano, es difícil de valorar en su conjunto como un todo unitario. De lo que no quedó duda, sin embargo, es que lo importante era escuchar a David Palomar. Su público apoyó al cantaor payo de la Viña, en este nuevo proyecto. Y David cantó muy bien, por derecho, con sentimiento y respeto, además haciéndose acompañar de recursos avanzados en el toque de guitarra o en el piano, que utilizó incluso un nada habitual método de frotar las cuerdas del piano con otra cuerda como si de un arco de violín se tratara. Guitarra y piano se repartieron, un poco más inclinado del lado del piano, todo hay que decirlo, la ejecución de las falsetas de la soleá y la seguiriya. En general, la parte flamenca estuvo muy bien, y eso que David Palomar adaptó todo el repertorio a la visión conceptual de lo que es una misa de réquiem: Solemne y seria (lo cual no quiere decir plana). Para ello recurrió a los palos más jondos como la soleá, el martinete y la seguiriya, para darle seriedad al momento. Muy bien. (más…)