Hacer una propuesta innovadora con ‘El Réquiem’ de Mozart, –un clásico entre los clásicos–, y lograr completar el aforo del Teatro Falla es, cuando menos, audaz. La última propuesta de la Coral de la Universidad de Cádiz y la Orquesta Álvarez Beigbeder lo ha conseguido con ‘El lamento de la voz’, un espectáculo construido con sentido y sensibilidad y que conecta esta misa para orquesta sinfónica, coro y solistas, con el cante más hondo de David Palomar.
«Desde hace tiempo, queríamos hacer una incursión en el plano del flamenco pero con mucho respeto ya que no queríamos hacer una fusión», indica el director de la Coral de la UCA. «La propuesta entusiasmó a David Palomar que, después de escuchar el ‘Réquiem’ y de ver la espiritualidad que tenía, trasladó este plano al flamenco con las aportaciones de Daniel Borrego y de Alejandro Mendoza. El montaje ha supuesto un gran esfuerzo desde todas la partes pero ha merecido la pena porque estamos muy satisfechos y ‘El lamento de la voz’ ha recibido felicitaciones desde todos los ámbitos de Cádiz. Ha gustado una barbaridad». Y es que, los diferentes estilos confluyen en la obra de una manera natural.
Manuel Pérez Madueño lleva 18 años al frente de esta agrupación vocal. Bajo su batuta el coro ha ido evolucionando y afronta nuevos retos porque «las inquietudes y la sociedad» van cambiando. Si allá por 2001 componían la coral una treintena de personas y su repertorio estaba más centrado en la música ‘a capella’, Actualmente, suman 110 voces procedentes de todos los rincones y estratos de la sociedad gaditana.
Madueño aclara que empezaron con una primera incursión con las ‘Siete Palabras’ de Haydn y después llegó el ‘Requiem’. «Vimos que la respuesta era satisfactoria y que cada vez más personas se sumaban al proyecto. En Cádiz, hay mucho interés por la música pero los aficionados no tenían la posibilidad de sentirse intérpretes; ahora el público puede escuchar e interpretar la ‘Novena sinfonía’ de Beethoven, la ‘Misa en Do menor’ de Mozart… obras de repertorio que siempre hemos escuchado a los mejores intérpretes del mundo.
El esfuerzo de renovación de la Coral de la UCA se ha visto respaldado tanto por la Universidad como por el público que ha respondido completando el aforo del Falla y esto, «es un hito teniendo en cuenta la coyuntura y las dificultades económicas que hay aquí en Cádiz».
Tres programas
El coro, que ensaya dos veces por semana en el Aulario Simón Bolívar, se centra habitualmente en tres proyectos para poder desarrollar con tranquilidad y solvencia los programas. El pasado 25 de mayo llevó al Falla ‘El lamento de la voz’; en noviembre, afrontan un programa doble con dos piezas que se enmarcan dentro de la época romántica de la zarzuela, es decir, en la segunda mitad del SXIX. Aquí compartirán escenario la Coral, la orquesta Álvarez Beigbeder y la propuesta escénica de Miguel Cubero.
Así, por un lado, se recuperará ‘La Gitanilla’, una obra muy poco conocida del gaditano Antonio de Reparazsobre un libreto de Francisco García Cuevas y basada en el relato corto homónimo de Miguel de Cervantes. La pieza se compuso para conmemorar el bicentenario de la muerte del escritor y se estrenó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid con un gran acogida. «Es una zarzuela relevante hecha por un compositor gaditano. En ocasiones, no salimos de Manuel de Falla y en Cádiz hay mucho talento», reivindica: «La idea de recuperar nuestro patrimonio también es muy importante dentro de la Coral Universitaria».
Por otra parte, el programa de noviembre se completa con una segunda pieza que es ‘La Revoltosa’, de Ruperto Chapí, una de las obras cumbre del género chico y muy conocida para el gran público.
Para terminar el año, en diciembre, la Coral Universitaria se enfrentará al ‘Oratorio de Navidad’ de Bach, una joya del Barroco que está inspirada en la historia bíblica del nacimiento de Jesús. «Teníamos muchas ganas de hacerlo porque es una de las grandes obras que siempre se recuerdan del repertorio coral. El año pasado interpretamos el ‘El Mesías ‘de Händel y también fue muy especial».
Un coro abierto
El único requisito para entrar en la Coral es «que te guste la música y tener las mínimas condiciones vocales para cantar con un grupo de personas». No se requieren estudios musicales ni formación como cantante. Y aunque los aspirantes realizan una pequeña prueba, es para ubicar la voz y detectar problemas de afinación o vocales. «Todo el que viene se integra y aporta su granito de arena. Lo único imprescindible es el entusiasmo», concluye.
La Coral de la UCA interpreta el ‘Réquiem’ de Mozart en el Teatro Falla